Capital Social de la Empresa

¿Qué es el Capital Social de una empresa?

El capital social de una micro, pequeña o mediana empresa es la suma de todas las aportaciones de capital efectuadas por los socios y por las cuales obtienen una parte de la propiedad de la MiPyme.

Si fuera el caso de una MiPyme unipersonal, el capital social es aportado totalmente por el socio o dueño.

Se destinará para la ejecución del conjunto de actividades que conforman el objeto social de la persona jurídica y constituye la garantía de cobro de los acreedores sociales.

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¿Es necesario un capital social para la creación de una MiPyme?

La empresa se debe crear con un capital social que estará determinado en los documentos y debe ser único.

No es necesario un capital social mínimo como requisito. Estará determinado según el tipo de actividad a desarrollar. De la misma forma tampoco se limita a un capital social máximo. Todo esto solo es competencia de los socios.

Importancia del capital social

Es sumamente importante la determinación del capital social de la empresa ya que indica a los acreedores el patrimonio y sirve de garantía para las deudas contraídas por la sociedad.

Tres funciones relevantes cumple el capital social de una empresa:

Productividad: básicamente es un contenido económico en virtud del cual el capital sirve como fondo patrimonial empleado para la obtención de un beneficio a través de la realización del objeto social.

Determina la posición del socio en la sociedad, en tanto da la medida, matemáticamente, de la participación de cada uno de los socios.

Garantía frente a los acreedores: en tanto no es posible repartir beneficios mientras la cifra del patrimonio de la sociedad no supere esa cuantía y permite a los acreedores conocer cuál es la situación patrimonial que presenta la sociedad para hacer frente a sus obligaciones.

Para más información puede consultar el documento de Preguntas y Respuestas en la sección de Descargas


El capital social de una empresa, ya sea una micro, pequeña o mediana empresa (MiPyme), representa la suma de las contribuciones financieras realizadas por los socios, otorgándoles una participación en la propiedad de la entidad.

En el caso de una empresa unipersonal, el capital social es aportado íntegramente por el propietario. Este capital se destina a financiar las actividades necesarias para alcanzar los objetivos de la empresa y sirve como respaldo para el pago de deudas.

Aunque no se exige un capital social mínimo para la creación de una empresa, su determinación es esencial, ya que proporciona información sobre el patrimonio de la empresa y garantiza a los acreedores la capacidad de pago de la misma.

El capital social cumple tres funciones fundamentales: impulsa la productividad al proporcionar los recursos necesarios para generar beneficios, establece la posición de los socios dentro de la empresa y sirve como garantía para los acreedores al indicar la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras.