En un país donde el emprendimiento despierta desafíos y promesas, los jóvenes emprendedores cubanos se destacan como artífices de cambio y progreso.
Con tenacidad, visión y un desbordante entusiasmo por construir un futuro próspero en su tierra, estos empresarios no se amilanan ante las dificultades, que dicho sea de paso, no son pocas.
EMSI Farma y Enparalelo
Uno de los ejemplos inspiradores es el de Fernando Suárez Concepción, director general de EMSI Farma, una empresa que se ha convertido en referente en la automatización de procesos para la fabricación de medicamentos en la industria farmacéutica local.
Con un equipo mayoritariamente conformado por ingenieros altamente capacitados, este grupo ha logrado impulsar más de 30 proyectos, insertando tecnología propia en la producción de más de 70 medicamentos.
Lo notable de esta iniciativa radica en su impacto económico y tecnológico: no solo han agilizado procesos, sino que han fomentado la soberanía tecnológica del país, evitando la dependencia de recursos externos y ahorrando divisas.
Cambiar hábitos alimentarios
Otra historia en este escenario de innovación es la de Oliesky Fabré Del Castillo, cofundador y director general de Enparalelo (MiPyme y Proyecto de Desarrollo Local). Su empresa de carácter privado se ha propuesto cambiar los hábitos alimentarios de la ciudadanía habanera mediante la producción de microvegetales, ofreciendo un enfoque sostenible y nutritivo para una población con carencias nutricionales.
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Con métodos como la agricultura vertical y el uso de fuentes renovables de energía, Enparalelo no solo busca empoderar económicamente a las comunidades locales, sino también educar sobre la importancia de una alimentación más saludable y variada.
Estas historias ilustran el potencial emprendedor en Cuba, donde los obstáculos son vistos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Estos jóvenes, provenientes de diversas áreas profesionales, han encontrado en el emprendimiento una vía para materializar sus sueños y contribuir al desarrollo económico y social de su país.
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A pesar de las dificultades, han forjado alianzas estratégicas y colaboraciones, demostrando que el camino del emprendimiento se recorre mejor uniendo esfuerzos. Estos proyectos no solo representan un avance en el ámbito empresarial, sino que también promueven la relación universidad-empresa y apuntalan el impulso de una economía más sólida y diversificada.
Espíritu Emprendedor
En un llamado a la perseverancia y al espíritu de superación, estos jóvenes emprendedores invitan a otros a seguir sus pasos, a desafiar los obstáculos y a convertir las crisis en oportunidades. Son un claro ejemplo de que el emprendimiento local puede ser un motor clave para el progreso de un país ahora mismo en una crisis profunda.
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